Me Muero Amigo
Yanira MallenSinopsis de Me Muero Amigo
Iona Blackfield, una humana de 18 años, está muriendo de cáncer. En su último año de vida, se despide de sus tíos hombres lobo, pero no iban a dejarla morir así. Todas sus esperanzas dependen de que ella tenga pareja, pero no saben que los dos ya la rechazaron.
~
La muerte no es nada en absoluto. No cuenta.
Sólo me escabullí a la habitación de al lado.
No pasó nada.
~Henry Scott-Holanda
Ella lo observa o, en cambio, lo mira fijamente, sabiendo muy bien que esto no es una buena señal. Estaba demasiado pálida y con las rodillas hundidos para poder considerarla sana. Ella tampoco tenía pelo y no siente que esté mejorando. La esperanza es algo tan divertido o más bien una emoción traicionera sobre la que no tiene control.
¿Qué estoy haciendo? Ella mentalmente niega con la cabeza. Ella sabe que no hay nada y, sin embargo, todo su cuerpo aún esperaba algo. Esperaba. Esperanza. Dos palabras que son iguales, pero que tienen significados tan diferentes.
El médico, con la mirada dulce, se aclara la garganta. A él le preocupa que muchas cosas sean fáciles, pero eso viene con el trabajo, y ella sabe que esto es tan difícil para él como lo fue para ella. Comprueba el ECG y las otras máquinas para intentar frenar lo inevitable, pero no funciona. Nunca funcionaría ya que la verdad siempre ha sido que ella, de hecho, se está muriendo.
Aunque hizo todo lo posible para pagarle a su madre por salvar a su hija, no pudo salvarla. Lo único que podía hacer era dejarla vivir, hacer lo que quisiera, volver a caminar y dejarla elegir su propio camino. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que tomó alguna de sus decisiones? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que vivió su propia vida?
"Te estás muriendo" dijo finalmente las palabras que ambos ya sabían "en un año son nuestros cálculos. Tu cuerpo ha rechazado todos los tratamientos que existen, y todo volvió".
Iona se ríe y sacude la cabeza, que alguna vez tuvo esos hermosos mechones oscuros, y se reclina en la cama del hospital. Los tratamientos regulares pasaron factura a su cuerpo y a su alma. El único recuerdo de su madre, su cabello, ya no está y, con suerte, volverá.
Sus suposiciones eran correctas, ¿cómo podría no estar en lo cierto? A pesar de que sus ojos brillaban con vida, su cuerpo todavía estaba lleno de moretones que no podía empezar a contar, y su cuerpo es tan delgado como el papel. Lesiones que sanan tan lentamente como se seca la pintura. Su antiguo resplandor se había ido al igual que sus esperanzas y sus sueños. Lo único que pudo hacer fue sonreír y reír mientras intentaba decirles a los demás que estaba bien, pero no lo estaba. ¿Qué más podría decir? ¿Qué historia puede contarle a la gente? Cuando toda tu vida viviste en esta vida solitaria.
Todo lo que conocía era el hospital y su breve educación pública cuando era joven. Tan breve que apenas podía recordar nada de eso. Apenas tenía amigos en ese momento ya que todavía estaba recién salida de la remisión y era demasiado frágil incluso cuando pensaban que estaba bien. Además, comenzó en una clase en la que crecieron juntos desde que estaban en el jardín de infantes. ¿Cómo podría competir con eso?
"Doc, todos sabemos que me estoy muriendo, usted acaba de dar una fecha límite", se ríe Iona. No puede evitarlo ya que heredó el humor negro de su madre que nadie podía comprender. Coloca su mano encima del catéter intravenoso en el dorso de su mano. "Bueno, no hay más noticias, ¿verdad? Supongo que debería irme".
"Espera, deja que las enfermeras hagan eso, o al menos déjame hacerlo a mí" El médico sonrió ante su atrevimiento, "y sí, debes vivir tu vida. Bueno, firmaré los papeles para darte el alta".
Iona sonríe, "gracias, doc... Por todo"
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La muerte no es nada en absoluto. No cuenta.
Sólo me escabullí a la habitación de al lado.
No pasó nada.
~Henry Scott-Holanda
Ella lo observa o, en cambio, lo mira fijamente, sabiendo muy bien que esto no es una buena señal. Estaba demasiado pálida y con las rodillas hundidos para poder considerarla sana. Ella tampoco tenía pelo y no siente que esté mejorando. La esperanza es algo tan divertido o más bien una emoción traicionera sobre la que no tiene control.
¿Qué estoy haciendo? Ella mentalmente niega con la cabeza. Ella sabe que no hay nada y, sin embargo, todo su cuerpo aún esperaba algo. Esperaba. Esperanza. Dos palabras que son iguales, pero que tienen significados tan diferentes.
El médico, con la mirada dulce, se aclara la garganta. A él le preocupa que muchas cosas sean fáciles, pero eso viene con el trabajo, y ella sabe que esto es tan difícil para él como lo fue para ella. Comprueba el ECG y las otras máquinas para intentar frenar lo inevitable, pero no funciona. Nunca funcionaría ya que la verdad siempre ha sido que ella, de hecho, se está muriendo.
Aunque hizo todo lo posible para pagarle a su madre por salvar a su hija, no pudo salvarla. Lo único que podía hacer era dejarla vivir, hacer lo que quisiera, volver a caminar y dejarla elegir su propio camino. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que tomó alguna de sus decisiones? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que vivió su propia vida?
"Te estás muriendo" dijo finalmente las palabras que ambos ya sabían "en un año son nuestros cálculos. Tu cuerpo ha rechazado todos los tratamientos que existen, y todo volvió".
Iona se ríe y sacude la cabeza, que alguna vez tuvo esos hermosos mechones oscuros, y se reclina en la cama del hospital. Los tratamientos regulares pasaron factura a su cuerpo y a su alma. El único recuerdo de su madre, su cabello, ya no está y, con suerte, volverá.
Sus suposiciones eran correctas, ¿cómo podría no estar en lo cierto? A pesar de que sus ojos brillaban con vida, su cuerpo todavía estaba lleno de moretones que no podía empezar a contar, y su cuerpo es tan delgado como el papel. Lesiones que sanan tan lentamente como se seca la pintura. Su antiguo resplandor se había ido al igual que sus esperanzas y sus sueños. Lo único que pudo hacer fue sonreír y reír mientras intentaba decirles a los demás que estaba bien, pero no lo estaba. ¿Qué más podría decir? ¿Qué historia puede contarle a la gente? Cuando toda tu vida viviste en esta vida solitaria.
Todo lo que conocía era el hospital y su breve educación pública cuando era joven. Tan breve que apenas podía recordar nada de eso. Apenas tenía amigos en ese momento ya que todavía estaba recién salida de la remisión y era demasiado frágil incluso cuando pensaban que estaba bien. Además, comenzó en una clase en la que crecieron juntos desde que estaban en el jardín de infantes. ¿Cómo podría competir con eso?
"Doc, todos sabemos que me estoy muriendo, usted acaba de dar una fecha límite", se ríe Iona. No puede evitarlo ya que heredó el humor negro de su madre que nadie podía comprender. Coloca su mano encima del catéter intravenoso en el dorso de su mano. "Bueno, no hay más noticias, ¿verdad? Supongo que debería irme".
"Espera, deja que las enfermeras hagan eso, o al menos déjame hacerlo a mí" El médico sonrió ante su atrevimiento, "y sí, debes vivir tu vida. Bueno, firmaré los papeles para darte el alta".
Iona sonríe, "gracias, doc... Por todo"
