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Ocho Quilates: Una historia de la Edad de Oro del software español (1983-1986)

Sinopsis de Ocho Quilates: Una historia de la Edad de Oro del software español (1983-1986)

¿Sabías que, hace veinte años, España fue una de las potencias del videojuego europeo? Ocho Quilates, una historia de la edad de oro del software español es un repaso a los orígenes de la industria española del videojuego en los tiempos de los 8 bits.

Puede que los ochenta te recuerde a los años del bocadillo de Nocilla al salir de clase, Naranjito, El Equipo A y Mecano. Pero también fueron el momento histórico en el que el videojuego comenzó a convertirse en el monstruo que es ahora gracias a los microordenadores de 8 bits: el ZX Spectrum, el Amstrad CPC, el MSX, el Commodore 64.

Alrededor de este tinglado tecnológico, un puñado de jóvenes imberbes (y alguno con unos cuantos años de más) levantaron de la nada una industria inexistente hasta ese momento. Nombres como Dinamic, ERBE, Made in Spain, Opera o Topo se ganaron a pulso un lugar en el corazón de una generación entera de españoles que descubrió que el ordenador servía para algo más que para hacer los deberes de clase.

Ocho Quilates pretende ser una crónica de esos años contada por boca de sus protagonistas. Es una historia de pioneros, de primeras veces, de sueños y de decepciones. En resumidas cuentas, es otro relato más en el que sus protagonistas se abren paso en el mundo adulto a la vez que montan sus negocios desde cero sin poseer la mayoría de edad. En definitiva, la historia de una generación brillante que marcó para siempre nuestra cultura.

Si todavía se te erizan los pelos cuando oyes hablar de La Abadía del Crimen, Navy Moves, Mad Mix Game, Livingstone, Supongo, La Aventura Original, Abu Simbel Profanation, Silent Shadow, Sir Fred, La Pulga, Mot, Lorna, El Misterio del Nilo, After the War, Emilio Butragueño o Fernando Martín. Si aún se te escapa una lagrimilla cuando alguien te habla de Afteroids, Army Moves, Fred, Goody, Desperado, Narco Police, Risky Woods, Rocky, Perico Delgado, Humphrey o París – Dakar, bienvenido, porque estás en casa.

FICHA TÉCNICA

Temáticas

Erótica, Arte y fotografía

Publicación

28 jun 2012

Idioma

Español

Editorial

Star-T Magazine Books (28 junio 2012)

Páginas

284 páginas

Tamaño

17663 KB

Ocho Quilates: Un Viaje Nostálgico a la Edad de Oro del Software Español

En los años ochenta, España experimentó un fenómeno que transformó no solo la forma en que los jóvenes se entretenían, sino también el propio concepto de la creación digital. Ocho Quilates: Una historia de la Edad de Oro del software español (1983-1986) se presenta como un testimonio valioso de esta revolución, narrando el surgimiento de una industria que, aunque modesta en comparación con los gigantes de hoy, fue un semillero de creatividad y pasión.

El Contexto de los Años 80

Aquellos años fueron un periodo fértil para la imaginación colectiva, donde los jóvenes soñadores comenzaban a vislumbrar un futuro en el que los microordenadores de 8 bits, como el ZX Spectrum y el Commodore 64, estaban en cada hogar. Estos dispositivos no solo servían para tareas escolares; se convertían en plataformas de creación y juego, gracias a un puñado de pioneros que se atrevían a escribir su historia.

¿Quién no recuerda la emoción de encender un ordenador y escuchar el característico sonido de carga de un juego? Para muchos, fue un ritual que marcó el inicio de una aventura. El libro reaviva estos recuerdos, ofreciendo una ventana a una época donde cada bit contaba y cada línea de código era un obstáculo a superar.

Las Primeras Semillas de la Industria

Ocho Quilates destaca a empresas emblemáticas como Dinamic y ERBE, que jugaron un papel crucial en la configuración de la industria. Estas compañías servían de hogar para jóvenes talentos que, en su mayoría, ni siquiera habían alcanzado la mayoría de edad. Pero lo que les faltaba en experiencia les sobraba en ilusión y dedicación.

El Imperio de los Juegos

Los nombres de juegos como La Abadía del Crimen y Navy Moves aún resuenan en la memoria colectiva. Con su narrativa innovadora y gráficos sorprendentes para la época, estos títulos no solo entretenían; eran un reflejo de la cultura y la sociedad de un país en transición. El libro sitúa a estas creaciones en el contexto de un profundo cambio social, donde el videojuego se convertía en un medio para explorar nuevos mundos y contar historias desafiantes.

Los Pioneros y Sus Historias

En Ocho Quilates, las anécdotas de los protagonistas nos permiten conocer de primera mano las dificultades y las alegrías de construir una carrera en un campo emergente. Las historias de decepciones y éxitos, puntos de inflexión y momentos de lucidez, añaden una dimensión personal a la crónica. Estas vivencias resonarán profundamente con aquellos que también se encontraron enfrentando la incertidumbre en su búsqueda de un sueño.

Un Legado Duradero

La influencia de esta generación de creadores de videojuegos sobrepasó su tiempo. Su espíritu pionero sigue vivo en la actualidad, demostrando que no solo se trataba de crear juegos, sino de construir una cultura en torno a ellos. Ocho Quilates nos recuerda cómo el trabajo arduo y la pasión pueden dar lugar a una comunidad vibrante, y cómo cada contribución, por pequeña que sea, forma parte de una historia mayor.

Reflexiones Finales

Como lector, Ocho Quilates se convierte en más que un simple relato sobre videojuegos; es un viaje emocional que nos invita a reflexionar sobre nuestro propio crecimiento y las circunstancias que nos han llevado a donde estamos hoy. Para aquellos que vivieron esa época, el libro es un homenaje a una juventud llena de ilusión y creatividad. Para los más jóvenes, es una lección sobre cómo una idea puede transformar vidas y marcar el inicio de carreras extraordinarias.

En resumen, Ocho Quilates es una obra que no solo documenta el pasado, sino que también nos inspira a mirar hacia el futuro. La historia de la Edad de Oro del software español es un recordatorio de que cada uno de nosotros puede ser el autor de su propia historia, y cada uno de nuestros sueños puede estar a solo un código de distancia.