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Diarios. A ratos perdidos 3 y 4: A ratos perdidos 3 y 4: 701 (Narrativas hispánicas)

Sinopsis de Diarios. A ratos perdidos 3 y 4: A ratos perdidos 3 y 4: 701 (Narrativas hispánicas)

Segunda entrega de los imprescindibles diarios de Rafael Chirbes, que deslumbran por su lucidez, honestidad y desgarro. 

Segundo volumen de los Diarios de Rafael Chirbes, que reúne diversos cuadernos escritos entre 2005 y 2007. Son los años de la lenta gestación, llena de dudas que lo llevan incluso a plantearse abandonar la literatura, de la novela que le supondría la consagración definitiva: Crematorio.

Son también años de incertidumbres personales: del abandono definitivo de su trabajo en la redacción de Sobremesa, que le da una nueva libertad; de amigos que fallecen; de fugaces encuentros sexuales, entre el deseo y la decrepitud, porque el cuerpo ya no es joven; de crecientes desengaños… Pero siguen muy vivos los entusiasmos de siempre: las películas clásicas, que traen momentos de felicidad, y las lecturas incansables, sagaces y variopintas: Montaigne, La Celestina, La Regenta, Baudelaire, los cuentos de Poe, la Suite francesa de Némirovsky, los diarios de Jünger, Ellroy... Y también los viajes a varias ciudades: Nueva York, Berlín, París, Barcelona... Siempre en guardia, siempre implacable consigo mismo y con los demás –hay aquí, por ejemplo, un severo retrato de Juan Goytisolo, con el que se reencuentra en Berlín–, siempre escabulléndose de los cenáculos literarios, de los lugares comunes y de la banalidad, expresa opiniones contundentes contra lo que llama despectivamente «literatura de alta expresión», cargada de guiños y referentes literarios, y contra no pocos escritores actuales, a los que lee con displicencia y a veces con indignación.

Sin embargo, el Chirbes demoledor en sus juicios se complementa con el irónico desencantado capaz de entender las debilidades humanas, y con el escritor lleno de dudas sobre su tarea literaria: «Escribir no cura, no alivia, no saca de esa niebla, de esa rebaba que es la vida. (...) Un escritor. No el que se pasa la vida entre palabras, sino el que se pasa la vida buscando atrapar algo que está a la vez dentro y fuera de él y solo se deja atrapar mediante palabras: no, no es exacto, las palabras no lo atrapan, sino que lo revelan.»

FICHA TÉCNICA

Temáticas

Biografías, diarios y hechos reales, Biografías y autobiografías

Publicación

5 oct 2022

Idioma

Español

Formato

14.61 x 3.81 x 22.86 cm

Editorial

Editorial Anagrama; N.º 1 edición (5 octubre 2022)

ISBN

978-8433999597

Páginas

704 páginas

Análisis de "Diarios. A ratos perdidos 3 y 4: 701" de Rafael Chirbes

La segunda entrega de los Diarios de Rafael Chirbes nos sumerge en una profunda reflexión sobre el proceso creativo, el paso del tiempo y la fragilidad de la existencia humana. A través de una prosa honesta y desgarradora, el autor nos revela sus inseguridades y desilusiones durante un periodo crucial de su vida, que coincidió con la creación de su obra maestra Crematorio.

Un viaje introspectivo entre la literatura y la vida

Entre 2005 y 2007, Chirbes se enfrenta a la despedida de varios aspectos de su vida, como su trabajo en la redacción de Sobremesa y la pérdida de amigos cercanos. Estos diarios son un viaje introspectivo que, a pesar de la tristeza que emana de sus páginas, nos conecta con la esencia misma de la condición humana. Chirbes se muestra implacable consigo mismo y con el mundo literario que lo rodea, lo que lo convierte en una figura complicada, pero fascinante.

El autor también reflexiona sobre sus relaciones personales, a menudo entrelazando la soledad con el deseo. Sus encuentros fugaces se convierten en metáforas de una búsqueda insaciable por el significado, reflejando el desasosiego de un hombre cuya juventud ha pasado, pero cuyo espíritu aún arde con la pasión de crear.

Un retrato crítico del mundo literario

En estos diarios, Chirbes no rehuye la crítica. Apunta con dureza hacia lo que él denomina “literatura de alta expresión”, cuestionando su validez y la superficialidad de ciertos colegas. Su visión del mundo literario es clara y contundente, despojada de adornos. Chirbes encuentra en su pluma una herramienta para desenmascarar la trivialidad que, a su juicio, rodea algunos espacios de la creación literaria.

Este aspecto de su escritura resuena particularmente en el contexto actual, donde el concepto de "alta literatura" puede ser percibido como un elitismo que aleja a los lectores de las obras que realmente importan. Chirbes, a pesar de ser un escritor consagrado, se muestra accesible, permitiéndonos ver su lado más humano y frágil ante los desafíos de la creación y la crítica.

Las influencias literarias y cinematográficas

Uno de los rasgos más destacados de Chirbes es su amor por la cultura en general, el cual se manifiesta en su pasión por el cine clásico y la literatura. En sus escritos, las menciones a autores como Montaigne, Baudelaire y la obra de Jünger o Ellroy no son meras referencias, sino que configuran un entramado cultural que alimenta su búsqueda literaria y existencial.

Lecturas y viajes como fuentes de inspiración

Los viajes a ciudades como Nueva York, Berlín y París se convierten en un medio de exploración donde Chirbes encuentra nuevas perspectivas, tanto sobre el mundo que lo rodea como sobre su propia vida. Estos interludios vitales le ofrecen momentos de reflexión y, a la vez, le sirven para escapar de la banalidad y las convenciones literarias que tanto desprecia.

La lucha contra la autoexigencia

A lo largo de sus páginas, es evidente la lucha interna de Chirbes en su rol de escritor. Atrapado entre la autodisciplina y la autoexigencia, se muestra crítico con la idea de que la escritura es una forma de sanación. Para él, escribir no es una cura, sino un medio para revelar una verdad que a veces resulta inasible. Esta postura refleja un profundo entendimiento de la complejidad de la creación literaria, donde las palabras, lejos de ser un refugio, son vistas como una exposición de la realidad.

Conclusión: Reflexiones sobre la condición humana

Los Diarios. A ratos perdidos 3 y 4: 701 son una obra de arte en sí misma, que nos invita a explorar las profundidades de la mente y el corazón de Rafael Chirbes. Su mirada honesta, su crítica mordaz y su introspección nos ofrecen no solo un retrato de su proceso creativo, sino que también nos empujan a cuestionar nuestra propia existencia y la forma en que nos relacionamos con el arte y la literatura.

En un mundo donde la velocidad y la superficialidad parecen reinar, Chirbes nos recuerda la importancia de la reflexión, la soledad de la escritura y el poder transformador de las palabras. Es un testimonio de que, a pesar de las incertidumbres y desengaños, la búsqueda creativa sigue siendo un viaje valioso y enriquecedor.